INDEFINICIONES MALINTENCIONADAS CONTRA EL SPAM

Para comenzar definamos claramente a lo que se ha venido a llamar o denominar “spam”: Es un (1) correo NO solicitado expresamente por el receptor del mismo. Bajo este criterio, muy poco correo electrónico debiera circular. Y bajo este concepto, que es el que se usa con Precisión, el 95% de los que usamos esta tan valiosa herramienta seríamos SPAMERS. Cualquier adorno o explicación esmera: HIPOCRESÍA. Los que se han situado en contra de la distribución masiva de correo electrónico, son sin duda los que de alguna manera están ligados al correo tradicional, como no podía ser de otra manera. Pero su ineficiencia, lentitud y elevadísimos costos eran tal (y sigue siendo) que su muerte estuvo escrita hace mucho tiempo. Desde luego que hay excepciones. Por otro lado, están los mediocres y simplones de siempre, que agrupan a los spamers en un solo listado a todos los que se valen del correo electrónico para enviar desde ofertas de relojes muy parecidos a los originales a un precio muy bajo y los que ofrecen píldoras para optimizar la virilidad masculina; los que envían boletines o revistas como la nuestra junto con los que ofrecen pornografía o, finalmente, a los que envían gusanos, troyanos o virus y los que envían emails engañosos para estafar a los inocentes e incautos. Eso desde todo punto de vista no es sólo mediocre, sino también perverso y, particularmente abusivo. Las explicaciones y aclaraciones sobran ante la contundencia de los ejemplos. Recuerdo con nostalgia aquellos correos supuestamente NO DESEADOS, que llegaban con un interesante slogan que decía al final que decía más o menos así: “El spam genera fuentes de empleo”. Pero luego varios países se atrevieron a normar el uso del correo electrónico y los que enviaban estos correos se volvieron anónimos y prefirieron seguir haciendo su trabajo disimuladamente. Los volantes o flyers, afiches, banners, pasacalles, cartas publicitarias, grasfitis, etc. Son expresión popular al igual que los correos electrónicos. Representan la base de la tan cacareada democracia: La Libertad de Expresión. Todos los países que normaron sobre el spam, que firmaron previamente el Pacto Universal de los Derechos Humanos, tienen en dicha ley un vicio de nulidad a causa de Inconstitucionalidad. En Bolivia, no se ha legislado sobre el spam; pero si se lo hace nosotros presentaremos un recurso de inconstitucionalidad para evitar su aplicación. El spam, conlleva un aspecto más ideológico político que efectivo. Dicen que perjudica enormemente la productividad. Pero a nadie se le pasó eso por la cabeza cuando se enviaban cartas y cartas al correo normal. ¿Por qué? ¿Por qué ahora es casi gratis? ¿Por qué es peligroso? Yo estoy en contra con las estafas por Internet, desde luego. Y estoy en contra de los envíos de virus, gusanos, troyanos y otras especies, obviamente. Pero me opongo tenazmente a que se ponga en un solo saco o a todos los que usamos el correo electrónico para EXPRESARNOS con libertad; junto con los demás. Y me atrevo a pedir a usted que me lee que se ponga el equipo o del lado de la LIBERTAD DE EXPRESIÓN. Finalmente, y en base al respeto mismo de dicha Libertad de Expresión, invito a discrepar con lo que se expresa mes a mes en esta redacción ya que si son artículos que vienen como respuesta a estos, serán publicados sin objeciones. Eso es Libertad de Expresión.