Hace pocos días Hilary Clinton, a decir del diario Jornada de México (nosotros lo leímos en la web de bolpress), en una reunión con el Comité de Relaciones Exteriores del Senado de su país y refriéndose a las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Bolivia, expresó que: "La política exterior debe basarse en un matrimonio de principios y pragmatismo, no una ideología rígida, sobre hechos y evidencia, no emociones o prejuicios”, a buen entendedor, pocas palabras.
El gobierno del Presidente Morales, siempre fue irreverente con la Embajada -y quizá con el gobierno y hasta con el pueblo – norteamericana, a diferencia de absolutamente todos los anteriores gobiernos constitucionales. Sería, cuando menos extraño no verlo, no querer o, peor, no poder verlo.
Pero además, la política exterior boliviana, parece haber apelado a lo que el mismo Presidente denomina “La democracia de los pueblos”.
Bolivia, para muchos gobernantes y dignatarios estadounidenses, sencillamente no existía hasta que se unió al Presidente de Venezuela, Hugo Chávez y por ende, al grupo de gobiernos de lo que bien podríamos llamar “una nueva corriente política latinoamericana”, que no implica que sea buena o mala; simplemente es distinta.
La lucha contra las drogas, no puede ser una tarea en al que se gasten nuestro recursos económicos, militares, policiales y logísticos, porque más allá de todo lo que se podría especular, de hecho, no es un problema, boliviano, es un asunto global y nadie lo desconoce, que yo me haya enterado. Pero lamentablemente, en toda nuestra pobreza, se destinan recursos, para tareas varias como erradicación. Muchos dirán que la droga está en nuestras calles y escuelas, pero ese es un tema, que abordaremos en otra ocasión.
El ATPDA, nunca fue una concesión gratuita, aunque si unilateral, leamos su nombre completo según la traducción que hace la cámara de exportadores boliviano americana: “Ley de Promoción Comercial Andina y Erradicación de Droga". Se trataba de un intercambio, nosotros combatíamos la droga y ellos nos dejaban exportar a Estados Unidos unos cuantos productos, liberados de impuestos aduaneros.
Ahora bien, Bolivia exportó $us 4.780.089.026, durante el 2007, según datos del INE, según una elaboración del IBCE.
Veamos la siguiente lista parcial de 12 de los 107 países más importantes que nos compran productos y el monto. El resto de los paises nos compran montos inferiores a los 100.000
LUGAR PAÍS COMPRA EN $US 2007
1 Brasil 1.765.414.844
2 EE. UU. 429.838.919
3 Japón 407.091.114
4 Argentina 406.326.714
5 Venezuela 229.526.916
6 Perú 219.915.086
7 Corea del sur 196.851.772
8 Suiza 159.561.932
9 Colombia 153.380.012
10 Bélgica 127.420.243
11 Reino unido 105.205.398
12 Canadá 104.716.707
Nótese que Brasil es nuestro mejor cliente y que los montos que nos compran Estados Unidos, Japón y Argentina son similares.
En un documento oficial de la cámara de comercio boliviano americana “OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS DEL COMERCIO CON EE.UU.”, se sostiene que: “El mercado de Estados Unidos se ha convertido en uno de los mercados más importantes para las exportaciones bolivianas, especialmente para el mercado de las manufacturas, cerca del 55% del total de las manufacturas que Bolivia exporta al mundo, es destinado solamente al mercado norteamericano.”
El mismo documento se manifiesta que: “cerca del 95% de las exportaciones bolivianas pudieron acogerse a distintos programas arancelarios que EE.UU. ofrece unilateralmente, estas exportaciones ingresaron libres de aranceles.”
En el mismo documento de la misma institución se observa que las exportaciones que se ralizaron a Estados Unidos, aprovecharon el ATEPDA, fueron redondeando $us 175.000 000 y el 2007 $us 127.000.000 (parcial).
En conclusión, esto significaría que: a) El ATPDA significa menos del 5% del total de las exportaciones de Bolivia; b) Menos del 50% del total de las exportaciones hacia el citado país del norte y c) Que otros países realizan similares compras a productos bolivianos, sin obligarnos a nada.
¿Dónde está la ayuda? Parece que no hay tal.
En este contexto, lo que podría interesarle a Bolivia es recuperar ese 5% del mercado estadounidense que se perdió por el veto que hizo Busch a Bolivia.
Y lo que le interesa a Estados Unidos, parece no ser la lucha contra las drogas; sino la erradicación forzosa de la coca.
No parece haber otros temas que nos permitan hablar de un acuerdo más integral, salvo que podría surgir la “sugerencia” que se “enfríen” las relaciones con Venezuela; cosa que pareciera estar muy lejos de los planes del gobierno actual.
Por lo tanto, estas dos lógicas de ver las relaciones internacionales (o bilaterales), por un lado como “un matrimonio de principios y pragmatismo, no una ideología rígida, sobre hechos y evidencia, no emociones o prejuicios” y por otro lado, mediante “la diplomacia de los pueblos”; aparentemente, no hay puntos de convergencia posibles.
El gobierno del Presidente Morales, siempre fue irreverente con la Embajada -y quizá con el gobierno y hasta con el pueblo – norteamericana, a diferencia de absolutamente todos los anteriores gobiernos constitucionales. Sería, cuando menos extraño no verlo, no querer o, peor, no poder verlo.
Pero además, la política exterior boliviana, parece haber apelado a lo que el mismo Presidente denomina “La democracia de los pueblos”.
Bolivia, para muchos gobernantes y dignatarios estadounidenses, sencillamente no existía hasta que se unió al Presidente de Venezuela, Hugo Chávez y por ende, al grupo de gobiernos de lo que bien podríamos llamar “una nueva corriente política latinoamericana”, que no implica que sea buena o mala; simplemente es distinta.
La lucha contra las drogas, no puede ser una tarea en al que se gasten nuestro recursos económicos, militares, policiales y logísticos, porque más allá de todo lo que se podría especular, de hecho, no es un problema, boliviano, es un asunto global y nadie lo desconoce, que yo me haya enterado. Pero lamentablemente, en toda nuestra pobreza, se destinan recursos, para tareas varias como erradicación. Muchos dirán que la droga está en nuestras calles y escuelas, pero ese es un tema, que abordaremos en otra ocasión.
El ATPDA, nunca fue una concesión gratuita, aunque si unilateral, leamos su nombre completo según la traducción que hace la cámara de exportadores boliviano americana: “Ley de Promoción Comercial Andina y Erradicación de Droga". Se trataba de un intercambio, nosotros combatíamos la droga y ellos nos dejaban exportar a Estados Unidos unos cuantos productos, liberados de impuestos aduaneros.
Ahora bien, Bolivia exportó $us 4.780.089.026, durante el 2007, según datos del INE, según una elaboración del IBCE.
Veamos la siguiente lista parcial de 12 de los 107 países más importantes que nos compran productos y el monto. El resto de los paises nos compran montos inferiores a los 100.000
LUGAR PAÍS COMPRA EN $US 2007
1 Brasil 1.765.414.844
2 EE. UU. 429.838.919
3 Japón 407.091.114
4 Argentina 406.326.714
5 Venezuela 229.526.916
6 Perú 219.915.086
7 Corea del sur 196.851.772
8 Suiza 159.561.932
9 Colombia 153.380.012
10 Bélgica 127.420.243
11 Reino unido 105.205.398
12 Canadá 104.716.707
Nótese que Brasil es nuestro mejor cliente y que los montos que nos compran Estados Unidos, Japón y Argentina son similares.
En un documento oficial de la cámara de comercio boliviano americana “OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS DEL COMERCIO CON EE.UU.”, se sostiene que: “El mercado de Estados Unidos se ha convertido en uno de los mercados más importantes para las exportaciones bolivianas, especialmente para el mercado de las manufacturas, cerca del 55% del total de las manufacturas que Bolivia exporta al mundo, es destinado solamente al mercado norteamericano.”
El mismo documento se manifiesta que: “cerca del 95% de las exportaciones bolivianas pudieron acogerse a distintos programas arancelarios que EE.UU. ofrece unilateralmente, estas exportaciones ingresaron libres de aranceles.”
En el mismo documento de la misma institución se observa que las exportaciones que se ralizaron a Estados Unidos, aprovecharon el ATEPDA, fueron redondeando $us 175.000 000 y el 2007 $us 127.000.000 (parcial).
En conclusión, esto significaría que: a) El ATPDA significa menos del 5% del total de las exportaciones de Bolivia; b) Menos del 50% del total de las exportaciones hacia el citado país del norte y c) Que otros países realizan similares compras a productos bolivianos, sin obligarnos a nada.
¿Dónde está la ayuda? Parece que no hay tal.
En este contexto, lo que podría interesarle a Bolivia es recuperar ese 5% del mercado estadounidense que se perdió por el veto que hizo Busch a Bolivia.
Y lo que le interesa a Estados Unidos, parece no ser la lucha contra las drogas; sino la erradicación forzosa de la coca.
No parece haber otros temas que nos permitan hablar de un acuerdo más integral, salvo que podría surgir la “sugerencia” que se “enfríen” las relaciones con Venezuela; cosa que pareciera estar muy lejos de los planes del gobierno actual.
Por lo tanto, estas dos lógicas de ver las relaciones internacionales (o bilaterales), por un lado como “un matrimonio de principios y pragmatismo, no una ideología rígida, sobre hechos y evidencia, no emociones o prejuicios” y por otro lado, mediante “la diplomacia de los pueblos”; aparentemente, no hay puntos de convergencia posibles.