Para quienes esperaban leer la misma retahíla de siempre y buscan un artículo que se estrelle -sin ton ni son- contra Washington, mejor cambien de página, pues hoy vamos a hablar de “El pentágono” de P.A.T.
Quizá nos valga - el presente trabajo - más de un comentario amargo, pero no nos importa mucho. Lo que ha estado pasando y pasa en el famoso citado programa merece una mirada crítica desde afuera y también plantea algunas preguntas para que usted, estimado lector las responda.
Aclaremos previamente – que a juicio absolutamente personal- P.A.T. es el único canal bueno que hay en Bolivia, bajo notorios argumentos que hoy no tocaremos, quizá en otra oportunidad.
Entrando ya en materia, vamos a suponer que P.A.T. es un canal nacional, aunque no lo sea en realidad; si bien emite su señal en varios puntos importantes del país, no ha logrado salir “en serio” de la ciudad de La Paz y de “La Plaza Murillo”.
El Pentágono, tampoco ha logrado hacerlo, cuando, por ejemplo, hablan de Santa Cruz hacen comentarios pobres y enmarcados en el contexto que vive la ciudad de La Paz, cuando el ambiente en Santa Cruz es totalmente diferente. De seguro lo mismo sucede en otras latitudes del país.
Un polígono es una figura geométrica de varios lados “iguales”, pero en este caso, el lado de Mario Espinoza normalmente es más gordo (no más largo), porque corta muchos comentarios por donde mejor “le parece” (léase: le da la gana), esto desde ya molesta a más de un televidente y a los panelistas. También a mi.
Cuando falta alguno de los lados, será un cuadrado y no un pentágono y efectivamente muchas veces lo fue.
Cambiaron tantas veces de panelistas, mostrando una total falta de respeto con la audiencia, que dentro de poco tiempo podrán hacer fiestones anuales reuniendo exclusivamente a los que pasaron por el programa. Con mucho éxito.
Entre las modificaciones que sorprendieron estuvo el cambio o retiro forzoso de Freddy Morales cuya mirada y aporte eran muy valiosos y certeros. La calidad de su impecable investigación sorprendió a muchos, mismos que lamentamos su injusto y desconocido (oscuro) alejamiento. Su participación siempre fue respetuosa, agradable, sencilla, oportuna, esclarecedora, pero igual se fue. Muy mal. Algo más, por ahí escuché que nuestro a nuestro estimado y admirado Freddy lo echaron porque estaba investigando a la “Zarina Anticorrupción” y, por otro lado, me enteré que Freddy está elaborando un artículo para esta revista (no se si para éste o el próximo número) donde dirá lo que no le dejaron decir en “EL PENTÁGONO”. ¡Que lujito! ¿no?
Con el antecedente del párrafo anterior, quizá Walter Chávez ya no asista a las invitaciones de P.A.T., un día le oí decir que es al único canal que le acepta entrevistas, por ser “Democrático”, pero parece que se está comenzando a censurar ¿Será? Habrá que estar más atento.
Siempre me he preguntado cuál fue la inverosímil justificación que llevó a Verónica Larrieu a este programa. ¿Será que alguien quería estar sentado al lado de una famosa “magnífica” o qué? Verónica es una modelo profesional, con muchos atributos. Pero pretender que un futbolista o una modelo van a aportar en el análisis socio económico de la realidad actual, es una idea un poco descabellada y no estoy desmereciendo a Verónica ella siempre fue muy buena en lo que hace, pero su profesión tiene otras exigencias que van por otro lado, eso es todo; quienes se equivocaron fueron los que diseñaron el programa, que por cierto no andaban muy en sus cabales ¿o si?
Algo que no termino de entender es: por qué Mario Espinoza, no comprende cuál es la diferencia entre que Álvaro García Linera describa algún acontecimiento o diga cómo debería ser dicho acontecimiento según Mario Espinoza. Una cosa es lo que pasa y otra es como quiero que pase (alguna vez: son parecidas, pero normalmente no).
Ahora, con los cambios que se dieron ya hace algún tiempo, es cierto que se ha visto un pentágono más sólido y con menos faltas de respeto a la audiencia, con panelistas más preparados y que elaboran material para cada programa. Lástima que quien diseñó el programa, sea un Colla (aclaro que no estoy siendo peyorativo, yo mismo soy Colla) o alguien que piensa como Colla. Hubiera sido bueno que se incorpore alguna personalidad que tenga voz fuerte desde el oriente de Bolivia, que les aseguro que pesa, en el análisis y hubiera sido enriquecedor. Por ejemplo, alguien del movimiento de la Nación Camba. El programa, peca de ser muy paceñocentrista y eso no es bueno para un canal “supuestamente” nacional. ¿O habrá algún temor?
Está muy bien que el Presidente sea muy amigo de Mario (todo el mundo lo sabe), pero no es motivo para que quiera emprender a golpes a quien se anime a hacer alguna pequeña crítica al gobierno, ojalá trate de ser más objetivo. A propósito: ¿Habrá vendido Carlos Mesa sus acciones en P.A.T., como prometió durante su campaña electoral?
Álvaro tiene una lucidez impresionante, yo siempre he creído, y sigo convencido, que es el “Marcelo Quiroga Santa Cruz” de nuestra época (hasta se llama Marcelo). Soy un ferviente admirador de muchos de sus rasgos humanos. Pero cuando habla de los movimientos sociales del oriente (de las élites, que también son movimientos sociales importantes, por la calidad, la cantidad y la repercusión política; aunque su corazoncito le diga que no) no es tan generoso como cuando habla de los movimientos sociales de occidente y eso, a mi parecer, es también falta de objetividad.
Algunas preguntas: ¿Será que Mario deja de defender al Presidente con o sin razón, justo en el programa y deja que los panelistas digan lo que creen conveniente decir?; ¿Será que Álvaro acepta, sin remordimientos, que el movimiento social cruceño tiene habilidades como una lectura de la realidad muy objetiva y elaboración de sus discursos en base a sus observaciones y que por ello mismo su capacidad movilizadora es grande, porque interpreta adecuadamente lo que siente “el pueblo” y responde “discursivamente” a su realidad social y por lo mismo merece un cuidadoso análisis?; ¿Cuánto tiempo durarán los actuales panelistas?; ¿Cuánta publicidad más tendremos que soportar?; ¿Será que extienden el horario de una hora a una y media o dos, como el informativo?; ¿Será que le hacen una reingeniería al programa antes que se agote en su forma actual y desaparezca?
Y para finalizar: ¿Qué pretende, al final de cuentas, “El pentágono”; cuáles son sus objetivos, los tiene, alguien los conoce, los puedo saber?
Quizá nos valga - el presente trabajo - más de un comentario amargo, pero no nos importa mucho. Lo que ha estado pasando y pasa en el famoso citado programa merece una mirada crítica desde afuera y también plantea algunas preguntas para que usted, estimado lector las responda.
Aclaremos previamente – que a juicio absolutamente personal- P.A.T. es el único canal bueno que hay en Bolivia, bajo notorios argumentos que hoy no tocaremos, quizá en otra oportunidad.
Entrando ya en materia, vamos a suponer que P.A.T. es un canal nacional, aunque no lo sea en realidad; si bien emite su señal en varios puntos importantes del país, no ha logrado salir “en serio” de la ciudad de La Paz y de “La Plaza Murillo”.
El Pentágono, tampoco ha logrado hacerlo, cuando, por ejemplo, hablan de Santa Cruz hacen comentarios pobres y enmarcados en el contexto que vive la ciudad de La Paz, cuando el ambiente en Santa Cruz es totalmente diferente. De seguro lo mismo sucede en otras latitudes del país.
Un polígono es una figura geométrica de varios lados “iguales”, pero en este caso, el lado de Mario Espinoza normalmente es más gordo (no más largo), porque corta muchos comentarios por donde mejor “le parece” (léase: le da la gana), esto desde ya molesta a más de un televidente y a los panelistas. También a mi.
Cuando falta alguno de los lados, será un cuadrado y no un pentágono y efectivamente muchas veces lo fue.
Cambiaron tantas veces de panelistas, mostrando una total falta de respeto con la audiencia, que dentro de poco tiempo podrán hacer fiestones anuales reuniendo exclusivamente a los que pasaron por el programa. Con mucho éxito.
Entre las modificaciones que sorprendieron estuvo el cambio o retiro forzoso de Freddy Morales cuya mirada y aporte eran muy valiosos y certeros. La calidad de su impecable investigación sorprendió a muchos, mismos que lamentamos su injusto y desconocido (oscuro) alejamiento. Su participación siempre fue respetuosa, agradable, sencilla, oportuna, esclarecedora, pero igual se fue. Muy mal. Algo más, por ahí escuché que nuestro a nuestro estimado y admirado Freddy lo echaron porque estaba investigando a la “Zarina Anticorrupción” y, por otro lado, me enteré que Freddy está elaborando un artículo para esta revista (no se si para éste o el próximo número) donde dirá lo que no le dejaron decir en “EL PENTÁGONO”. ¡Que lujito! ¿no?
Con el antecedente del párrafo anterior, quizá Walter Chávez ya no asista a las invitaciones de P.A.T., un día le oí decir que es al único canal que le acepta entrevistas, por ser “Democrático”, pero parece que se está comenzando a censurar ¿Será? Habrá que estar más atento.
Siempre me he preguntado cuál fue la inverosímil justificación que llevó a Verónica Larrieu a este programa. ¿Será que alguien quería estar sentado al lado de una famosa “magnífica” o qué? Verónica es una modelo profesional, con muchos atributos. Pero pretender que un futbolista o una modelo van a aportar en el análisis socio económico de la realidad actual, es una idea un poco descabellada y no estoy desmereciendo a Verónica ella siempre fue muy buena en lo que hace, pero su profesión tiene otras exigencias que van por otro lado, eso es todo; quienes se equivocaron fueron los que diseñaron el programa, que por cierto no andaban muy en sus cabales ¿o si?
Algo que no termino de entender es: por qué Mario Espinoza, no comprende cuál es la diferencia entre que Álvaro García Linera describa algún acontecimiento o diga cómo debería ser dicho acontecimiento según Mario Espinoza. Una cosa es lo que pasa y otra es como quiero que pase (alguna vez: son parecidas, pero normalmente no).
Ahora, con los cambios que se dieron ya hace algún tiempo, es cierto que se ha visto un pentágono más sólido y con menos faltas de respeto a la audiencia, con panelistas más preparados y que elaboran material para cada programa. Lástima que quien diseñó el programa, sea un Colla (aclaro que no estoy siendo peyorativo, yo mismo soy Colla) o alguien que piensa como Colla. Hubiera sido bueno que se incorpore alguna personalidad que tenga voz fuerte desde el oriente de Bolivia, que les aseguro que pesa, en el análisis y hubiera sido enriquecedor. Por ejemplo, alguien del movimiento de la Nación Camba. El programa, peca de ser muy paceñocentrista y eso no es bueno para un canal “supuestamente” nacional. ¿O habrá algún temor?
Está muy bien que el Presidente sea muy amigo de Mario (todo el mundo lo sabe), pero no es motivo para que quiera emprender a golpes a quien se anime a hacer alguna pequeña crítica al gobierno, ojalá trate de ser más objetivo. A propósito: ¿Habrá vendido Carlos Mesa sus acciones en P.A.T., como prometió durante su campaña electoral?
Álvaro tiene una lucidez impresionante, yo siempre he creído, y sigo convencido, que es el “Marcelo Quiroga Santa Cruz” de nuestra época (hasta se llama Marcelo). Soy un ferviente admirador de muchos de sus rasgos humanos. Pero cuando habla de los movimientos sociales del oriente (de las élites, que también son movimientos sociales importantes, por la calidad, la cantidad y la repercusión política; aunque su corazoncito le diga que no) no es tan generoso como cuando habla de los movimientos sociales de occidente y eso, a mi parecer, es también falta de objetividad.
Algunas preguntas: ¿Será que Mario deja de defender al Presidente con o sin razón, justo en el programa y deja que los panelistas digan lo que creen conveniente decir?; ¿Será que Álvaro acepta, sin remordimientos, que el movimiento social cruceño tiene habilidades como una lectura de la realidad muy objetiva y elaboración de sus discursos en base a sus observaciones y que por ello mismo su capacidad movilizadora es grande, porque interpreta adecuadamente lo que siente “el pueblo” y responde “discursivamente” a su realidad social y por lo mismo merece un cuidadoso análisis?; ¿Cuánto tiempo durarán los actuales panelistas?; ¿Cuánta publicidad más tendremos que soportar?; ¿Será que extienden el horario de una hora a una y media o dos, como el informativo?; ¿Será que le hacen una reingeniería al programa antes que se agote en su forma actual y desaparezca?
Y para finalizar: ¿Qué pretende, al final de cuentas, “El pentágono”; cuáles son sus objetivos, los tiene, alguien los conoce, los puedo saber?