En cada paso que damos, esta vida nos da motivos para reflexionar, es más, razones para reaccionar...
Hace algunos días atrás quedé estupefacto al leer un titular de apertura - y nada menos que en la primera plana de un importante matutino local – una noticia que sin duda vendió muchos ejemplares pero que, también, dejó desgarrado mi corazón y un amargo sabor a hiel en mi boca durante un buen rato. Es más, creo que la saboreo hasta ahora. Además de esa inolvidable sensación de impotencia ante la insensibilidad social campeante, hoy, no sólo en nuestro país, sino, en todo el mundo.
Fue más, no podía creerlo, volví a leer el titular y el artículo entero; quedé frío durante algunos segundos que parecieron minutos y hasta horas en mi interior, leí una tercera vez más aquella noticia increíble.
He oído, muchas veces, decir que los niños son el futuro de cualquier país; pero eso... parece que eso... a nadie le importa, menos a aquellos burócratas que permanecen inertes, infecundos, indiferentes, incapaces... esperando sus dietas mensuales y nada más, sumidos en un letargo lacerante, inmundo, desesperante y hasta humillante para la Nación.
No pude sacar ese titular de mi cabeza, ni su idea central, hasta ahora. Golpetea en mi una y otra vez. No he podido dormir bien estas noches. Y la impotencia de poder hacer algo me genera una amargura, pena y desconsuelo aún más grandes.
Niña de 12 años vende su cuerpo por dos pesos... si... si... así decía el titular... niña de 12 años vende su cuerpo por dos pesos.
En cada paso que damos, esta vida nos da motivos para reflexionar, es más, razones para reaccionar...
Hace algunos días atrás quedé estupefacto al leer un titular de apertura - y nada menos que en la primera plana de un importante matutino local – una noticia que sin duda vendió muchos ejemplares pero que, también, dejó desgarrado mi corazón y un amargo sabor a hiel en mi boca durante un buen rato. Es más, creo que la saboreo hasta ahora. Además de esa inolvidable sensación de impotencia ante la insensibilidad social campeante, hoy, no sólo en nuestro país, sino, en todo el mundo.
Fue más, no podía creerlo, volví a leer el titular y el artículo entero; quedé frío durante algunos segundos que parecieron minutos y hasta horas en mi interior, leí una tercera vez más aquella noticia increíble.
He oído, muchas veces, decir que los niños son el futuro de cualquier país; pero eso... parece que eso... a nadie le importa, menos a aquellos burócratas que permanecen inertes, infecundos, indiferentes, incapaces... esperando sus dietas mensuales y nada más, sumidos en un letargo lacerante, inmundo, desesperante y hasta humillante para la Nación.
No pude sacar ese titular de mi cabeza, ni su idea central, hasta ahora. Golpetea en mi una y otra vez. No he podido dormir bien estas noches. Y la impotencia de poder hacer algo me genera una amargura, pena y desconsuelo aún más grandes.
Niña de 12 años vende su cuerpo por dos pesos... si... si... así decía el titular... niña de 12 años vende su cuerpo por dos pesos.
En cada paso que damos, esta vida nos da motivos para reflexionar, es más, razones para reaccionar...